Rodillo facial mango corto Ver más grande

Rodillo facial de mango corto para tratamiento de Maderoterapia

Rodillo facial mango de corto que nos ayuda a través de masajes en la maderoterapia a la atenuación y tonificación de líneas de las de expresión, favorecen la circulación y a la movilización de la grasa, con una agresividad nula para tu piel, a diferencia de otro tipo de tratamientos y sin renunciar a unos efectos visibles. 

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Forma parte de la amplia variabilidad de instrumentos que se utilizan en la Maderoterapia, técnica no invasiva que cada día tiene mayor aceptación en la población dado que sus resultados son rápidos y evidentes. Se utilizan dispositivos de madera, lo recomendable es que sean de cedro, que se fabrican adaptándolos a las líneas y curvaturas naturales del cuerpo humano de acuerdo al sitio corporal donde vaya a ser utilizado. Esta adaptabilidad garantiza la ausencia total de daños tisulares y de cualquier tipo de molestia o dolor, aparte que la técnica debe ser aplicada por personas expertas que conocen debidamente las intensidades y frecuencia de uso.

Entre toda la diversidad de dispositivos con que se cuenta en la Maderoterapia están los rodillos y existen, a la vez, varios tipos de rodillos que se utilizan de acuerdo a las característica de la piel del paciente y del grado de adiposidad que presente. 

El Rodillo facial mango corto, reafirma el rostro y ayuda a la atenuación y tonificación de líneas de expresión en el rostro, sin causar alteraciones en la piel al ser una técnica natural no invasiva.

El Rodillo facial mango corto, de muy fácil manejo por parte del especialista, tiene como funciones específicas brindar masajes relajantes en la zona del rostro con lo cual se obtiene el rejuvenecimiento de la cara, al fortificar y levantar los músculos faciales, a la vez que tonifica la piel de la cara, atenuando y disminuyendo visiblemente las líneas de expresión de la frente, las mejillas, alrededor de los ojos y en general en toda la extensión de la cara. También es útil para tonificar y reafirmar los músculos del cuello y de los  hombros.

El Rodillo facial mango corto ayuda a través de masajes en la Maderoterapia a mejorar la circulación sanguínea y linfática, favoreciendo la movilización de la grasa, con una agresividad nula para la piel y para los músculos, a diferencia de otros tipos de tratamientos, con la ventaja adicional de ofrecer rápidos y visibles efectos.

Con las sesiones de Maderoterapia utilizando el Rodillo facial mango corto  se logra también eliminar el estrés y la fatiga acumulada, ayudando a recuperar el equilibrio mental y físico. Por otra parte, su aplicación se traduce en conseguir períodos de descanso y de sueño con mayor relajación, duración y profundidad, lo que es altamente beneficioso para casos de personas que sufren de insomnio.

La Maderoterapia se ha hecho imprescindible para contrarrestar el envejecimiento cutáneo, que al igual que todos los tejidos corporales experimentan un desgaste continuo de sus células que adquieren un metabolismo enlentecido que produce falta de energía. A nivel de la piel se presenta una disminución de la elasticidad, modificaciones en la textura, haciéndose por lo general más delgada la capa dérmica superficial.

Esto hace que aparezca la temida flacidez, que es la desaparición de la firmeza de la piel a consecuencia de la reducción, tanto en cantidad como en calidad, de la elastina y del colágeno, responsables de proporcionar  sostén, elasticidad y firmeza a la piel. Todo este proceso es una evolución natural en los animales superiores, incluido el ser humano. Sin embargo, por diversas razones en algunas personas dicho ciclo se acelera y aparece a edades tempranas, hablándose entonces de envejecimiento prematuro.

Es en estos últimos casos donde le uso del Rodillo facial mango corto alcanza su máxima utilidad, ya que sus efectos incluyen el levantamiento de los músculos faciales, la tonificación de la piel, la disminución de las líneas de expresión y el reafirmamiento dérmico del rostro y del cuello. 

Los especialistas en la aplicación de esta técnica afirman que los cambios se evidencian desde la primera sesión; no obstante, resultados perdurables se logran al menos después de quince aplicaciones, siendo recomendable reforzar el tratamiento al menos cada seis meses.

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